Las benditas vacaciones (de los otros, jaja) me dotaron de mucho tiempo libre, el cual uno siempre piensa que lo va a dedicar a hacer mil cosas; excursiones al cerro, paseos a la playa los fines de semana, tardes de parque, etc., de lo cual poco se concreta. Lo que sí logré hacer este verano, obviamente entre otras cosas menores, que vale la pena mencionar fueron dos cosas; un taller de literatura infantil, y ver películas en el cine como condenada.
1. El taller de literatura
Parte de los que me conocen sabrán mi aflicción a este género, generada a partir de mi estadía en la maravillosa Fundación La Fuente cuando hacía mi trabajo de título. Además de ser lectora y compradora de literatura infantil, por de pronto quise acercarme a la creación de la literatura infantil. Empecé con la ilustración primero, el año pasado, y durante Enero tomé el taller de literatura infantil de María José Ferrada, promovido por la Revista Intemperie. Además de abrirte la puerta a un sinnúmero de autores, editoriales e ilustradores infantiles, el taller obviamente promueve la escritura en sí mediante ejercicios prácticos durante las sesiones. Lo único lamentable, es que fueron sólo cinco sesiones de taller, lo que nos imposibilitó de realizar un proyecto más grande. Mi balance respecto a este taller es que fue perfecto para el verano; poco comprometedor dado que duró sólo un mes, con sesiones semanales, y lo suficientemente corto como para quedar con gusto a poco y querer seguir indagando en próximos talleres. Más adelante pretendo socializar algunos de los ejercicios que realizamos en clases, que son entretenidísimos por lo demás.
2. El cine a 1.500
Esto de que el cine del Costanera Center cueste 1.500 de lunes a miércoles me ha venido como anillo al dedo. Sin mencionar que el amor de mi vida vive frente al vilipendiado mall, lo que para estos efectos se presenta como el escenario más cómodo a mi haber. Empecemos por la primera (obvio) que curiosamente no la vi en Cine Planet:
a. Django Unchained
No quiero dármelas de crítica de cine, porque además críticas de esta película en particular hay por montones, y todas apuntando al sequismo de Tarantino. Hubo dos factores que sesgaron mi veredicto respecto a la película: uno, quise ir a hacer pipí desde el minuto 20 aproximadamente, lo que hizo que la encontrara innecesariamente larga y dos, venía con una tremenda sensación y expectativa a partir de Bastardos Sin Gloria. Comprenderán entonces que no morí por Django, pero de todos modos quiero darle otra oportunidad porque me cae bien Tarantino y hoy en día es casi mal visto que no encuentres genial una de sus películas, y cómo se les ocurre que voy a ir contra la masa, mon Dieu!
b. Life of Pi (una historia extraordinaria)
Sencillamente maravillosa. Incluso quise ir a verla de nuevo en 3D. Los colores y la historia hacen honor al nombre, y si bien muchos han criticado que en momentos se vuelve lenta, a mí me pareció que el desafío fue superado con crecer (¿hacer una película cuyo 80% muestra a un muchacho en una balsa? Yo ni pestañeé). Absolutamente recomendada, y ojalá en 3D
c. Hitchcock
Buena producción y buenas actuaciones. La historia quizás prometía más. Fue definitivamente menos oscura de lo que esperaba, y mucho más romántica y cliché de lo que sugería, pero de todos modos también la recomiendo, obviamente habiendo vistoPsycho antes.
d. Les Miserables
Ufff. Afortunadamente la historia de Los Miserables es tan buena, que puede soportar muchas cosas, incluso un musical. Aquí también la producción es bastante notable, como cualquiera hollywoodense en realidad, y lo que rescato yo, para quienes no han leído el libro pero sí han visto la película de 1998 (protagonizada por Liam Neeson), es que aporta elementos que en la otra película (la anterior) fueron obviados. Ahora, pa que andamos con cuentos, yo no me he leído el libro y no me consta que ambas producciones sean fiel al texto, quizás el musical agrega algo de ficción, que no necesariamente aparece en el libro. De todos modos, me gusta la interpretación del joven Gavriche en esta película, y la incorporación más protagónica de Eponine. Más que eso no rescataría mucho. Es un musical y para los musicales en el cine (ojo, las producciones musicales en el teatro son maravillosas) hay que tener estómago.
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